Tras más de 35 años trabajando para detectar y combatir la soledad no deseada, somos conscientes de que sigue siendo un tema muy desconocido y del que queda muchísimo por investigar. Un gran ejemplo de ello es saber si nuestro género nos predispone a sufrirla.
En la actualidad, en Amigos de los Mayores, el 85% de las personas a las que acompañamos son mujeres y hoy, Día Internacional de la Mujeres, creemos que es bueno reflexionar sobre ello, por eso nos preguntamos, ¿la soledad no deseada afecta más a mujeres que a hombres?. Probablemente, si nos quedáramos con el porcentaje de mujeres mayores a las que acompañamos, la respuesta sería sí, pero estaríamos dejando de lado 3 aspectos importantes:
- La franja de edad, las personas mayores de 80 o más años expresan con más asiduidad que padecen un sentimiento de soledad. Si este dato se cruza con el hecho de que las mujeres tienen una esperanza de vida superior a la de los hombres, por casi dos años, nos podría ayudar a explicar porqué acompañamos a más mujeres que a hombres. Si son más longevas y la soledad aumenta con el paso del tiempo, es más probable que ellas la sufran más.
- Pedir ayuda es el siguiente aspecto, algunos estudios evidencian que uno de los factores determinantes en la relación entre género y soledad, es el hecho de que las mujeres tienen una mayor capacidad para reconocer sentimientos y emociones, lo que puede hacer mucho más fácil que sepan ponerle nombre a lo que están sintiendo y por lo tanto, también facilita que pidan ayuda en consecuencia.
- La forma en que detectamos la soledad, es decir, como formulamos las preguntas, es el último aspecto fundamental en la detección de la soledad relacionada con el género. Según diversos estudios, las mujeres tienen mayor facilidad para identificar la soledad si le hacemos preguntas directas. En cambio, los hombres manifiestan un mayor sentimiento de soledad si las preguntas las formulamos de manera indirecta.
A pesar de que estos 3 aspectos son básicos para poder comprender la relación entre género y soledad, la realidad es que la feminización de la vejez es uno de los retos a los que deben hacer frente las sociedades contemporáneas, pues solo analizando en profundidad podremos dar respuesta a la pregunta que planteábamos al principio.