Hoy, día 1 de octubre, celebramos el Día Internacional de las Personas Mayores. Desde 1990, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó este día para rendir homenaje y dar visibilidad internacional a las personas mayores, además de poner en relieve los retos sociales y políticos de una sociedad caracterizada en las últimas décadas por su creciente diversidad y longevidad.
Queremos levantar la voz sobre una de las situaciones que se mantienen invisibles entre un número cada vez más grande de personas mayores: la soledad no deseada. Según datos de la Encuesta Continua de Hogares del INE, en España hay 4.732.400 personas viviendo solas, de las cuales un 43,1% tienen más de 65 años. Esto nos plantea nuevos retos políticos y sociales respecto a las necesidades presentes y futuras.
Los expertos apuntan a que la vida en solitario de las personas mayores seguirá creciendo como resultado, entre otros factores, del aumento de la esperanza de vida de los hombres, de un mayor número de rupturas de pareja antes de la jubilación y que cada vez más personas llegan a la etapa de la vejez sin pareja. Estos elementos favorecen el riesgo de aparición de soledad no deseada.
Como consecuencia de todo esto, podemos decir que la soledad es un fenómeno prevalente, con un alto coste social y sanitario, que tiene que ser objeto de las políticas públicas sociales y sanitarias, presentes y futuras. Además, creemos en la fuerza de la sociedad civil organizada desde el voluntariado que tiene el potencial de transformar la situación de desigualdad en que viven muchas personas mayores, así como impulsar una visión que promueva su reconocimiento social.
Amics de la Gent Gran acompaña además de 1.758 personas mayores a través de la acción altruista de más de 1.901 personas voluntarias en Cataluña. Aun así, en el ámbito internacional, nos sumamos a otras personas voluntarias de organizaciones en Francia, Alemania, Irlanda, Suiza, Polonia, Rumanía, Canadá, México y Estados Unidos. Con todas ellas, celebramos de forma conjunta este día.
Nuestra experiencia nos permite reivindicar una sociedad que brinde oportunidades de participación para las personas mayores y que les otorgue reconocimiento y visibilidad. Es urgente que tomemos conciencia de esta realidad y demos un paso hacia la acción para luchar contra la soledad no deseada y el aislamiento social de las personas mayores:
- Hace falta voluntad política, que sitúe la soledad no deseada de las personas mayores en el centro de las políticas públicas. Además de políticas enfocadas a la cobertura de las necesidades básicas de las personas mayores, pedimos que se incluya el bienestar emocional como base para una buena calidad de vida.
- Hace falta dotación presupuestaria por parte de las administraciones estatales, autonómicas y locales para llevar a cabo programas eficaces en la lucha contra la soledad.
- Hace falta una ciudadanía activa, sensible a la realidad de las personas mayores, que recupere los valores que nuestra sociedad ha perdido como resultado de un estilo de vida más individualista. Los procesos de individualización y urbanización acelerada, las transformaciones culturales y tecnológicas, o los cambios en las estructuras familiares, así como el aumento de la longevidad son factores que tienen incidencia directa en la manera en cómo vivimos esta etapa vital. La lucha contra la soledad será eficaz cuando aglutine acciones individuales, familiares y comunitarias.
Nos comprometemos a seguir acompañando desde el reconocimiento y el aprecio a todas las personas mayores que se encuentran en situación de soledad, con especial atención a las más vulnerables. Con el altavoz que nos da la conmemoración del 1 de octubre, queremos hacer llegar el mensaje que cada día impulsamos como Fundación: promover la acción social y la sensibilización sobre la situación de las personas mayores en Cataluña.
Cada persona cuenta, hazte socio/a, hazte voluntario/
¡STOP SOLEDAD!