En marzo del 2018 se inició un proyecto de colaboración entre Amigos de los Mayores y la Fundación Amigos de los Adultos Mayores – Macochoa Abrazar de México, bajo el paraguas de la federación internacional les petits frères des Pauvres, de la cual formamos parte. El objetivo de la colaboración ha sido crear sinergias y fortalecer la relación entre los dos países miembros de habla hispana.
Después de meses de trabajo a distancia, el pasado agosto Magda y Cris, técnicas sociales de Amics de la Gent Gran, miembro de la Amigos de los mayores, emprendieron la aventura de conocer otra forma de trabajar la lucha contra la soledad no deseada de las personas mayores, compartiendo experiencias y maneras de trabajar.
Estuvieron 15 días en la ciudad de Cuernavaca, estado de Morelos, compartiendo el día a día de Amigos de los Adultos Mayores – Macochoa. Una de las grandes diferencias que hay entre México y el resto de países miembros de la federación internacional es que el acompañamiento a domicilio, programa principal por el que se apuesta desde les petits frères des Pauvres es muy difícil de llevar a cabo por la desconfianza existente hacia las personas desconocidas fruto de los episodios de violencia que ha habido en México durante los últimos años.
Por tanto, la entidad mexicana desarrolla su acción social mediante Casas de Día, centros gestionados por personas que realizan su voluntariado ofreciendo a las personas mayores actividades lúdicas, físicas, espacios de relación y se garantiza una comida de calidad y en compañía, el cual en muchos casos es el único que hacen en condiciones óptimas. Este último servicio es diferencial al que se desarrolla en el resto de países de la Federación Internacional, ya que da respuesta a necesidades de alimentación que presentan las personas mayores en México.
Otro reto que se observó es que las Casas de Día se encuentran repartidas por diferentes poblaciones del estado de Morelos –localizado en el centro del país–, con el agravante de que están ubicadas a bastante distancia la una de la otra y el transporte público es, a veces, deficitario. Además, estas no tienen un funcionamiento diario, sino que depende de la población y del grupo de voluntariado,
Magda y Cris tuvieron la oportunidad de visitar domicilios de personas mayores acompañadas que viven en viviendas precarias. Casas hechas de madera y de barro, casas enmedio de un barranco o con lavabos al aire libre, techos laminados que en días de lluvia o viento (6 meses al año) dentro de casa se mojan, etc. son algunas de las situaciones con las que se encontraron. Además, el año anterior sufrieron un gran terremoto del cual aún se notan los efectos.
Queremos ayudar a desarrollar el proyecto en la capital del país. Por eso, se realizaron diversas reuniones con otras entidades de la zona para poder potenciar el voluntariado con el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores. De esta manera, la entidad podrá acompañar a muchas más personas mayores que padecen marginación social y soledad.