La desestigmatización de la soledad puede ayudar a no vivirla con angustia. Esta es una de las conclusiones del ciclo “La Soledad como Fenómeno Complejo. Ciclo Vital, Pobreza, Subjetividad y Cultura” que organizamos gracias al premio Palau Macaya de Obra Social “la Caixa” y al apoyo de la Diputació de Barcelona entre abril del año pasado y este mayo. El objetivo de estas jornadas era comprender el fenómeno de la soledad no deseada a lo largo de la vida y en distintos contextos económicos y culturales. A partir de los diálogos entre la sociedad civil, el mundo académico y las organizaciones que han tenido lugar en las conferencias, seminarios y talleres del ciclo, se ha reflexionado y generado propuestas en torno a la soledad no deseada.
Esta iniciativa contó con 12 ponentes, 42 instituciones participantes y 100 personas de la sociedad civil en el proceso de investigación. A lo largo del ciclo, que fue de once sesiones, se llevaron a cabo seis actividades con una alta participación: dos talleres, un seminario y tres conferencias, a las que asistieron un total de 420 personas.
Una de las conclusiones a las que se llegó fue que la soledad está presente en todas las edades, pero a medida que aumenta la edad, cambia la situación en la que se da y los procesos de la persona para combatirla; en el caso de los mayores, dichos procesos se centran más en el pensamiento, elaborando mecanismos cognitivos más complejos. Cabe puntualizar que cuando la soledad es elegida, ayuda al desarrollo psicológico y social de la persona. Por otra parte, para combatir el edadismo de nuestra sociedad, en el ciclo se propuso fomentar el aprendizaje de las representaciones interculturales de sociedades más comunitarias que la nuestra sobre la vejez, para así tomar sus actitudes como referencia.
En el ciclo también se ha prestado atención a las personas mayores migrantes, colectivo más singular, ya que tienen factores de soledad añadidos que hay que tener en cuenta, como la situación administrativa irregular, la red de apoyo existente o la discriminación por razón de edad y procedencia. Debido a esto, es muy relevante siempre tener presente la diversidad e interseccionalidad para combatir la soledad no deseada que este colectivo específico pueda sufrir.
Finalmente, se ha prestado atención a las palabras de las personas mayores, ya que las verbalizaciones indirectas de la soledad son uno de los elementos más usados por la mayoría de los profesionales para averiguar si la persona sufre soledad no deseada. En muchas ocasiones las verbalizaciones no son directas ni explícitas; por eso, es de suma importancia profundizar en el análisis del discurso y expresión de la soledad.
Para más información sobre el ciclo, puedes leer la relatoría de las jornadas.