Bulos, desinformación… ¿podemos hacer algo para evitarlos?

Hoy en día circula una gran cantidad de bulos, en parte gracias a lo fácil que es difundirlos a través de redes sociales como Facebook o de servicios de mensajería como WhatsApp. Hay diferentes motivos por los que se desinforma: con fines ideológicos, para sembrar el caos, para timar y ganar dinero… y esos bulos pueden afectar a cualquier persona, independientemente de su origen o edad. Sin embargo, algunos estudios indican que el nivel de conocimiento de las nuevas tecnologías – y la edad como factor asociado – influyen a la hora de detectar los bulos, así como en la toma de decisión de compartirlos, o bien de detener la cadena. Según un estudio publicado por la Princeton & New York University en el contexto de las elecciones presidenciales celebradas en EE.UU. en 2016, la difusión de desinformación es superior entre la población mayor de 65 años. La buena noticia es que hay señales en las que fijarse para detectar los bulos y evitar que nos la cuelen.

Artículo de Laura del Río. Coordinadora de proyectos educativos de Maldita.es

Si hablamos de bulos o desinformación, ¿en qué piensan? Quizás lo primero que les venga a la cabeza es una mentira con apariencia de noticia: con su titular, su fotografía, su sección… Y la desinformación puede ser eso, pero puede ser muchas otras cosas. Un audio lleno de mentiras que llega a miles de personas a través de WhatsApp es un bulo. Un supuesto remedio milagroso contra el coronavirus que se comparte miles de veces en Facebook también es un bulo. Y por supuesto, no va a curar la COVID-19. Un vídeo antiguo que se comparte como si fuese un bombardeo de la guerra de Ucrania también es desinformación. 

Hoy en día es más fácil que nunca crear y difundir bulos. No hace falta tener grandes conocimientos técnicos. En algunas páginas de Internet se puede poner un texto y una foto y, pulsando un botón, aparece diseñado como si fuera una noticia. Otras webs sirven para generar publicaciones falsas de Twitter. 

¿Cómo podemos reconocer los bulos?

Si es tan fácil compartir mentiras, ¿qué podemos hacer para reconocerlas? Lo primero es fijarse bien en el origen de ese artículo, ese mensaje o vídeo que nos ha llegado. ¿De dónde sale? ¿Lo publica un medio que conozco? ¿Lo ha dicho un organismo público? ¿Puedo consultar la fuente original? Si no lo tienen claro, lo mejor es desconfiar. Para comprobar si lo que les han enviado es un bulo, pueden preguntar a Maldita.es. En Maldita hay periodistas que se dedican a investigar los mensajes, audios o vídeos que circulan en redes sociales. Cuando detectamos que algo es un bulo, o que está descontextualizado, publicamos un artículo en nuestra web para explicarlo. Además tenemos un número de WhatsApp (644 229 319) al que pueden consultar cuando duden sobre algo que han visto en Internet o que les han enviado. Sólo hay que guardar ese contacto en el teléfono y mandarle la pregunta por WhatsApp.

Mucho cuidado con los timos online

Los intentos de timo son otra forma en la que nos intentan engañar a través de Internet y de nuestros móviles. Puede ser un SMS que se hace pasar por nuestro banco. Nos dice que se ha detectado un movimiento sospechoso en nuestra cuenta, nos pide pinchar en un enlace y meter las claves de nuestra tarjeta. Pero realmente no es nuestro banco, y si damos nuestros datos pueden quedarse con nuestro dinero. Nos puede pasar a cualquiera, pero hay algunas precauciones que podemos tomar para evitarlo. En primer lugar, el banco no nos va a pedir la clave de nuestra tarjeta ni por SMS, ni por correo electrónico ni por teléfono. Otra pista es la forma en la que están escritos estos mensajes: muchas veces tienen faltas de ortografía, palabras mal escritas o frases sin sentido. También hay que tener cuidado con esos enlaces en los que nos piden pinchar: pueden llevarnos a una página web muy parecida a la de nuestro banco pero que en realidad es falsa. Antes de pinchar o dar nuestros datos, lo mejor es llamar o ir al banco y preguntar. También pueden consultar a Maldita.es a través de nuestro WhatsApp (644 229 319) o del correo electrónico timo@maldita.es. Cada día detectamos nuevos intentos de timo y alertamos a la ciudadanía para que no piquen a través de nuestra sección específica Maldito Timo. 

Luchar contra los bulos es responsabilidad de todos

Imaginemos una fila de cerillas. Si se enciende la primera, las demás prenderán y el fuego se propagará rápidamente. Lo mismo pasa con los bulos: si los compartimos llegan cada vez a más y más gente. Podemos pensar que no pasa nada por reenviar un mensaje dudoso por WhatsApp.  Pero sí que pasa. Estamos contribuyendo a propagar esa llama de la mentira: por ejemplo, nosotros se lo enviamos a 5 contactos y cada uno de esos 5 lo comparte con otros 5… Ya ha llegado a 25 personas en sólo unos minutos, y ni siquiera sabemos si es verdad o mentira. Volvamos a esa fila de cerillas. Si quitamos una de las cerillas, al fuego le costará mucho más seguir extendiéndose. Por eso lo que nosotros hagamos con ese mensaje que nos llega sí es importante. Podemos ayudar a frenar los bulos. Ante la duda, mejor no compartir. Seamos esa cerilla que se aparta para evitar que el incendio continúe.

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